[This article was written in English by Mischa Benoit-Lavelle and translated/published in Spanish by www.rebelion.org]
De Blogueros a Redactores de la Constitución
[Traducción para Rebelión de Loles Oliván]
En Túnez, el único país de las revoluciones de la primavera árabe con fecha fijada definitivamente para [celebrar] elecciones libres —el 23 de octubre de 2011— el consenso entre muchos activistas es que la revolución se ha estancado. El Ministerio de Interior, donde los manifestantes exigieron drásticamente la salida de Ben Ali, está rodeado en la actualidad de alambre de espino y vigilado por una fuerza policial a la que la prensa local ha acusado de haber vuelto a sus viejas prácticas de tortura e intimidación. Y, recientemente, ha aumentado la preocupación porque el sentimiento popular ha ido girando hacia los islamistas.
Entonces, ¿dónde están los blogueros que lo arriesgaron todo por enviar chispas de cambio a través de Internet? Al menos siete de ellos están intentando romper el impasse de Túnez tratando de ser candidatos para la asamblea que redactará la nueva constitución del país.
Me reuní con Amira Yahyaoui y Riadh Guerfali, dos de estos ciber-candidatos, en la Tercera Conferencia Anual de Blogueros Árabes, celebrada este año en la Ciudad de las Ciencias en el norte de Túnez.
Yahyaoui es una joven de veintisiete años que ha vivido en París durante los últimos cuatro, tras haberse exiliado por las opiniones que expresó en una serie de blogs en la década anterior a la caída de Ben Ali. Hija de un juez, Mujar Yahyaoui (él mismo candidato independiente), en la actualidad es candidata para la región del norte de París en representación de los expatriados tunecinos.
“Empecé a bloguear no para analizar las cosas sino para hacer cosas”, afirmó Yahyoaui, que se posiciona firmemente en contra de cualquier forma de lo que se ha llamado “slacktivism” [activismo de pacotilla], protestar ociosa y simbólicamente desde la comodidad de la propia casa. Me habló, por ejemplo, de su aversión a una estratagema común previa a la revolución que consistía en publicar comentarios en blanco en páginas web como signo de resistencia a la censura.
“Yo nunca lo hice. ¿Por qué no decir nada? ¿No está la clave de la disidencia en expresarse?”
Yahyaoui dejó de bloguear cuando empezó a percibir que la blogósfera tunecina se estaba llenando de voces anónimas tales que con mucha eficacia permitían al régimen jactarse de una libertad de expresión que en realidad estaba desprovista de cualquier capacidad para causar un cambio real. Ella considera su campaña política como una continuación directa del ciber-activismo al que se dedicaba anteriormente.
Riadh Guerfali también está bien acreditado en el campo de la ciber-disidencia. En 2004, fue uno de los co-fundadores de Nawaat.org, un blog colectivo que fue una de las fuentes de crítica más importantes antes de la revolución. Desde entonces, el sitio se ha ido expandiendo para llenar el vacío dejado por la relativamente ineficaz prensa nacional, incluso co-patrocinando una iniciativa para educar a los jóvenes tunecinos en el ciber-periodismo.
Por haber sido profesor de Derecho constitucional e Internet en Francia durante quince años, Guerfali goza de una posición única para ayudar a escribir el futuro de Túnez. La plataforma presentada por su lista propone, entre otras cosas, inscribir el derecho de acceso a Internet en la Constitución.
Guerfali expresó con una urgencia incontrolable la emoción que sentía por un Túnez que avance tanto periodística como políticamente: “Estábamos acostumbrados a una situación en la que contestábamos al Ministerio de Interior, contestábamos al despotismo... ahora estamos en condiciones de re-apropiarnos del Ministerio de Interior, de cambiar la legislación tunecina, de ir por la vía que queremos ir”.
Durante años, el dinero y la influencia política en Túnez vinieron de la mano del régimen, por lo que los partidos políticos han estado bajo sospecha de contaminación por la corrupción del status quo anterior. De ahí la importancia de los independientes como Yahyaoui, Guerfali y los demás candidatos blogueros. Aunque la comisión electoral de Túnez se ha dotado de medidas estrictas que garanticen que cada partido reciba el mismo trato, nada se ha hecho para dar voz a los independientes.
“Los medios de comunicación conceden un montón de tiempo a los partidos políticos e ignoran a los independientes. El 45% de las listas de Túnez son independientes pero no vemos un 45% de cobertura en los medios de comunicación. Jugamos al juego de los partidos”, afrimó Guerfali.
Debido a esta falta absoluta de cobertura por parte de los principales medios de comunicación, las campañas de Guerfali y Yahyaoui son iniciativas impulsadas esencialmente desde la red, y casi toda la cobertura mediática procede de otros blogueros. Como la región de Yahyaoui está integrada por expatriados en Francia, y ella y la mayor parte de su equipo se encuentran en Túnez, su campaña se ha impulsado especialmente por la red movilizando en buena parte a través de su página web.
Es importante recordar, sin embargo, que si bien los hechos de enero fueron aclamados como una revolución de Internet, dista mucho de ser cierto que todo el país pueda conectarse: en la última estimación, la penetración de Internet en Túnez representaba únicamente un 33.4 %. Muchos tunecinos, sobre todo en las zonas más rurales del país, están en buena medida aislados de los medios de comunicación, lo que les deja al arbitrio de la manipulación. Los blogueros de Nawaat han documentado, por ejemplo, cómo Ennahdha, el partido islamista hasta ahora a la cabeza en todas las encuestas, ha estado distribuyendo alimentos en zonas rurales donde puede que los residentes no conozcan siquiera los nombres de los partidos. Esta falta de información llega a la capital, donde Yahyaoui, que describe su campaña de llamar puerta por puerta, ha sido recibida por residentes necesitados que piden dinero a los candidatos. “Yo diría que la mayoría ni siquiera sabe lo que son (las elecciones)”.
A casi una semana de las elecciones, la tarea puede parecer desalentadora. Pero nadie dijo nunca que la transformación completa del sistema político de Túnez sería otra cosa que un proceso gradual. Ciertamente, Guerfali y Yahyaoui parecen tener la paciencia, la determinación y el entusiasmo para ver que se avanza en tal proceso.
[The original English version of this article can be found here.]